El martes Rick Santorum sorprendió a los medios de comunicación con una rueda de prensa donde anunció la suspensión de su campaña electoral hacia la nominación. Una decisión que la enfermedad de su hija pequeña (quién ha estado hospitalizada en los últimos días) y las matemáticas (estaba ya muy lejos del objetivo de ganar), entre otras, han propiciado.
Con esta renuncia Mitt Romney puede centrarse ya en su enfrentamiento con Obama el próximo 6 de noviembre, ya que el que ahora se queda como segundo, Newt Gingrich, tiene más que complicado alcanzarle. ¿Cómo queda la situación ahora?, ¿qué pasa con Santorum?
Santorum no se ha retirado de la política, ni ha abandonado el partido. De hecho el Presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus ha alabado la decisión de Santorum porque “ha puesto al país, al partido y al deseo de vencer a Obama por encima de cualquier ambición personal”. Santorum ha suspendido su campaña. Esto significa que puede seguir recaudando fondos y probablemente se decante por uno de los tres candidatos que quedan.
Los delegados que Santorum había ganado hasta ahora, 285, tomarán diferentes caminos. Los que ganó en elecciones no vinculantes, 84 de ellos, podrán votar libremente en la convención de Tampa de agosto. El resto deberán seguir votando por Santorum o por quién éste apoye.
Una campaña más corta de lo esperado para Santorum en la que ha demostrado que es un gran líder para el futuro. En unos meses ha logrado pasar del anonimato a plantar cara a Romney, favorito en las encuestas, y a vencerle en once Estados. Un resultado que hace pensar que Santorum retome su carrera política en el próximo turno de 2016 como el representante del ala conservadora del partido.
Además, ha demostrado que el mensaje sigue estando por encima del dinero. La familia, la fe y la libertad han sido sus banderas durante estos meses, con las que ha logrado convencer a gran parte del electorado republicano y con las que todo el país le identifica. Con un presupuesto inferior al de su contrincante Romney.
Un alto en el camino de la prometedora carrera política del ex Senador de Pennsylvania que lleva la campaña estadounidense a la siguiente etapa: el enfrentamiento de los republicanos con el candidato demócrata, Barack Obama.