“In less than one hundred years (…) we will have a black president of the United States of America!” [1] le decía, en 1913 en su escuela de Quitman, Mississippi a James Yates. Veinticuatro años más tarde, en febrero de 1937, mientras el afroamericano Alonzo Watson moría en las trincheras del Jarama, Yates se embarcaba en Nueva York camino de Francia con objeto de entrar en España y formar parte de las Brigadas Internacionales que defendían la República Española; Voluntarios de la Libertad, tal y como se les llamó entonces, que componían la primera fuerza voluntaria a nivel global movilizada por un mismo ideal: la lucha contra el fascismo.
Ahora que nos acercamos al final del segundo mandato del presidente Barak Obama, aquellas palabras resultaban proféticas. En 2010, el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero pretendía regalar al presidente de los Estados Unidos la fotografía de un voluntario afroamericano desconocido de las Brigadas Internacionales de la colección de Agustí Centelles. Algunas semanas después, el profesor de estudios hispánicos y miembro de la junta directiva del Archivo de la Brigada Abraham Lincoln (ALBA) Sebastiaan Faber, descubría la identidad afrocubana del soldado retratado. Lo cierto es que la fotografía llegó a su destinatario aunque la intención inicial fuera la de regalar al primer presidente afroamericano de la Casa Blanca un retrato de uno de sus compatriotas, nacional y racial, en la terrible contienda civil española, que los hubo y con historias apasionantes.
Desde hace unos años la Historia de la participación norteamericana en la Guerra Civil Española está siendo reconocida gracias a la publicación de nuevos materiales que nos permiten profundizar en las relaciones entre el país americano y la República española de 1936-1939. En el caso de los afroamericanos y su paso por tierras españolas han sido varios los investigadores que han acercado las historias y testimonios que nos dejaron. En 2011, la editorial La Oficina y la BAAM (Biblioteca Afro Americana Madrid) publicaban por primera vez en nuestro país la traducción al castellano de dos piezas fundamentales para entender la participación de los afroamericanos en nuestra Guerra Civil. De Misisipi a Madrid, de James Yates, editado por la escritora Mireía Sentís y Escritos sobre España, de Langston Hughes, editado por Maribel Cruzado Soria, experta en la obra del escritor afroamericano en nuestro país. Asimismo, el pasado mes de mayo de 2015, los periodistas Alfonso Domingo y Jordi Torrent presentaban el documental «Héroes invisibles. Afroamericanos en la Guerra Civil Española» con testimonios de brigadistas veteranos e historiadores y expertos norteamericanos y españoles.
De los aproximadamente 2.500 norteamericanos que participaron en las filas republicanas durante la Guerra Civil Española, 85 de ellos eran afroamericanos. Entre ellos destaca el texano Oliver Law, el cual, habiendo participado en la Primera Guerra Mundial como artillero, se convertirá en la Guerra Civil Española en el primer afroamericano que dirigirá un grupo de combate norteamericano, muriendo heroicamente en la ofensiva de Brunete, el 7 de junio de 1937.
La Gran Depresión de los años 30 empujó a muchos norteamericanos a las asociaciones sindicalistas y al Partido Comunista. En el caso de los afroamericanos, aunque eran una minoría dentro de los sindicatos, constituían un grupo homogéneo e idealista. La Guerra de España será una oportunidad para convertir en realidad los sueños de defensa de los derechos humanos, reivindicación de la lucha social y el afán por frenar el avance del fascismo internacional. De manera ilegal y clandestina, James Yates se embarca rumbo a Francia para alistarse en las Brigadas Internacionales y entra en España por los pirineos en marzo de 1937. Será asignado como conductor de vehículos hasta que, herido por una bomba que cayó sobre su camión, regresa como el resto de los brigadistas, en febrero de 1938, a los Estados Unidos.
Langston Hughes, periodista enviado a España por el Afro American de Batilmore, retrató con humor y una gran empatía la vida bajo las bombas en un Madrid asediado. Conoce a los intelectuales de la “Alianza de Intelectuales Antifascistas” y nos habla de la libertad que un negro podía disfrutar entre las gentes de España, las cuales, le preguntan y desean saber más de los afroamericanos y su cultura. En uno de sus artículos nos relata como un estudiante negro español de Guinea le expresa su deseo de visitar Harlem algún día y la experiencia de escuchar una noche, entre el estruendo de los cañones bombardeando Madrid, el Organs Grinder Swing en la versión de Jimmy Lunceford. En uno de sus artículos podemos leer: la gente de color no resulta rara en España ni llama demasiado la atención[2].
El regreso a los EE.UU. fue difícil. La relativa libertad de la que habían disfrutado en España no la encontrarían en su país de origen. El hecho de haber estado integrados en las Brigadas Internacionales les vinculaba al movimiento comunista por lo que fueron perseguidos y acosados continuamente por el FBI durante los años duros del macarthismo. La sospecha de filocomunismo estaba siempre sobre ellos. No obstante, los supervivientes, nunca dejaron de relacionarse con movimientos de defensa de los derechos humanos aunque los movimientos de liberación de las comunidades afroamericanas de los EE.UU. durante los años 60 tuvieron su origen en las comunidades religiosas (recordad al pastor Martin Luther King) y los afroamericanos de la Lincoln eran en su mayoría ateos. James Yates, tras la Segunda Guerra Mundial, puesto que nadie quería darle trabajo debido a su pasado revolucionario en los campos de batalla de España, monta una tienda de reparación de radios y televisores en Manhattan y allí trabajaba cuando se firma la Ley de Derechos civiles de 1964 que abolía la segregación racial en los EE.UU.
En un poema de 1938 Langston Hughes afirmaba:
(…)
I´m way over here
A long ways from home,
Over here in Spanish country
But I don´t feel alone
Folks over here don´t treat me
Like white folks used to do
When I was home they treated me
Just like they treatin´you
(…)
Traducción de Maribel Cruzado Soria:
(…)
Al otro lado del mundo
Bien lejos estoy de casa,
Pero no me siento solo
En esta tierra de España.
Su gente aquí no me trata
Como los blancos solían.
Lo que os hacen a vosotros,
Conmigo antes lo hacían[3]
(…)
[1] Yates, J. From Mississippi to Madrid. Open Hand Publishing, LLC, 1989: 19. Print.
[2] “Suena en España el Organs grinder swing sobre el estruendo de los cañones”. (Afro-American, 6 de Noviembre de 1937) en Hughes, L. Escritos sobre España. La Oficina/BAAM, 2011: 50-54. Print.
[3] Hughes, L. Escritos sobre España. La Oficina/BAAM, 2011: 240. Print.
Fotografía: Jacobin Magazine