We Can Do It! 5 datos sobre el Equal Pay Day

Happy Equal Pay Day!

Vivimos en la época de celebraciones diarias y hoy, 12 de abril, nos toca celebrar Equal Pay Day, el día internacional de la igualdad o –quizás deberíamos decir– la desigualdad salarial. A modo de reflexión, en este espacio nos centraremos en explorar cuál es la situación actual del tema en los Estados Unidos y, por ende, en la mayoría de los países industrializados.

Uno de los temas más controvertidos a lo largo de la historia de la mujer es el reconocer y cuantificar su participación en el mundo laboral. No fue hasta la revolución industrial que la mujer, al igual que el hombre, tuvo que emigrar a los centros urbanos para incorporarse a un despiadado entorno industrial, cumplir con interminables y severos horarios a cambio de una escasa paga. Sin embargo, aunque las situaciones eran igual de penosas para ambos, eran ellas las que recibían un menor salario, simplemente por el hecho de ser mujer. En pleno siglo XXI, en el que la mujer ya ostenta posiciones mucho más públicas y relevantes, esta situación nos puede parecer un anacronismo histórico, sin embargo, sigue siendo muy similar. La mujer sigue recibiendo un menor sueldo por el mismo trabajo que su compañero masculino.

5 datos que deberíamos tener en cuenta en este día.

1. Qué es el Equal Pay Act.

La reivindicación salarial de la mujer tiene sus origines en el siglo XIX. Sin embargo, no es hasta 1944 que la congresista Winifred C. Stanley de Buffalo lleva el tema al Congreso de los EEUU. No será hasta 20 años más tarde que el Gobierno Federal declare ilegal la desigualdad salarial entre hombres y mujeres por el mismo trabajo y en las mismas condiciones.

El 10 de junio de 1963, el presidente Kennedy firma el Equal Pay Act.

El 2 de julio de 1964, el presidente Kennedy firma el Civil Rights Act.

2. Qué es el Equal Pay Day y por qué cae siempre en el mes abril. 

El Equal Pay Day fue establecido por el National Committee  on Pay Equity (NCPE), en 1996 con el objetivo de dar visibilidad a la brecha salarial que continua existiendo entre los salarios del hombre y la mujer. Una mujer tiene que trabajar aproximadamente  100 días más para recibir el mismo sueldo que un hombre por el mismo trabajo en las mismas condiciones. Por lo tanto, ha de trabajar hasta el mes de abril para igualar el salario que reciben los hombres en el mismo puesto durante el año anterior.

El Blue Nation Review afirma que, a este ritmo, nos quedan 5 décadas –hasta 2058– para poder equiparar los salarios entre el hombre y la mujer.

3. Los millennials piensan que es un mito.

En efecto, las generaciones más jóvenes piensan que la desigualdad salarial es un mito. En un estudio realizado por Levo, una de las más prestigiosas plataformas profesionales neoyorkinas, un 50% de las 100.000 jóvenes entrevistadas no se consideran afectadas por esta situación.  Es cierto, según afirma la revista Fortune, las mujeres menores de 35 años tienen unos salarios más paritarios y la diferencia se hace más evidente en mujeres de mayor edad. Esto se debe a una amplia diversidad de factores que pueden ser más o menos objetivos, pero lo que es cierto es que la brecha se amplía acorde con la edad y con la adquisición de “otras” responsabilidades.

4. La educación abre puertas

Jessica Milli, Senior Research Associate del Institute for Women Policy Research,  afirma que la educación se traduce en mejores oportunidades laborales para la mujer.  Sin embargo, otro estudio publicado por la misma entidad en 2013 parece afirmar lo contrario, estableciendo que las mujeres tienen un salario inferior en todos los niveles educativos, siendo más significativo en mujeres de mayor titulación académica.

Según la revista Fortune, entre las mujeres que reciben un sueldo más paritario con sus homólogos masculinos, podemos identificar a legisladoras, abogadas, arquitectas e ingenieras. También a aquellas que están afiliadas a un sindicato. Por último, cabe señalar que, curiosamente, a las mujeres que trabajan por horas, en lo que se considera “low pay jobs”, tienen un sueldo superior al de los hombres.

5. Por último, ¿es cierto que existe una brecha salarial?

La brecha salarial siempre ha existido, de la misma forma que podemos afirmar que la mujer, por lo general, siempre ha trabajado. Sin embargo, la necesidad de mano de obra femenina va supeditada al mercado de trabajo masculino. Por ejemplo, vemos cómo durante la crisis del 29 la mujer es expulsada sin contemplaciones del mundo laboral y, sin embargo, durante la II Guerra Mundial es de nuevo llamada a incorporarse a los puestos que los varones habían dejado vacantes para ir al campo de batalla.

En los años 40 hay una incorporación masiva de la mano de obra femenina en todos los ámbitos de trabajo (de un 27 a un 85%).  Rosie, the Riveter, se convierte en un símbolo de la mujer trabajadora, volcada en levantar el país.  Aún así, frecuentemente, las famosas “Rosies” cobraban un 40% menos que sus compañeros masculinos.

we can do itRosie, The Riveter, o  el mito de la trabajadora feliz. 

En 1942, Redd Evans y John Loeb le dedicaron una popular canción en la que se invita a la mujer a incorporarse a dejar el hogar e incorporarse al mundo laboral para salvar el país.

En los años 70 la brecha se estrecha y las mujeres llegan a cobrar un 25% menos en el mercado laboral.  Es importante mencionar que esto es solo aplicable a la mujer blanca de clase media. Una trabajadora afro-americana recibe hasta un 30% y una latina hasta un 45%.

En el año 2000 es de un 24% y en 2010 se reduce a un 20%.

Desde entonces continúa estable.

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