Como si de una margarita se tratara, el tema de los aranceles tarifarios anunciados por el presidente Trump para las importaciones norteamericanas, que durante las últimas semanas ha ocupado portadas en medios de comunicación mundiales, ha sido desvelado.
José Antonio Gurpegui
Lo acontecido en el Despacho Oval el viernes pasado pasará a los anales de la historia diplomática como uno de los episodios más esperpénticos de las relaciones internacionales.
El principio ideológico que sustentó estructuralmente el discurso de Donald Trump en su toma de posesión no era otro que derrotar a los enemigos que atacaban a los Estados Unidos.
Condiciones meteorológicas adversas privaron a Donald Trump del previsible baño de masas si la toma de posesión hubiera tenido lugar en la terraza del Capitolio y no en la Rotonda como ocurrió.
El colorido de los fuegos artificiales se ha desvanecido, los músicos viajan en autobús rumbo a sus cuarteles de invierno, un escuadrón de operarios se afana para devolver a Washington el habitual aspecto capitalino limpio de confeti y serpentinas… El nuevo —o viejo— rey ya reina en su castillo blanco. ¿Y ahora qué?
Uno de los mantras más repetidos por los dirigentes demócratas en la pasada campaña electoral norteamericana tenía que ver con el peligro que representaba para la democracia norteamericana la eventual victoria del candidato republicano Donald Trump.
Este pasado 7 de octubre se ha cumplido un año de la llamada “Batalla de Reim”, cuando unos 3.000 milicianos de Hamás traspasaron la frontera entre Gaza-Israel y en los alrededores del mencionado kibutz y un festival de música que se celebraba en las inmediaciones, causaron más de mil muertos y secuestraron a centenares de civiles.
La más que esperada noticia de la retirada de Joe Biden en la carrera presidencial que concluirá el próximo 5…
Desde el 30 de marzo de 1981, cuando el presidente Ronald Reagan sufrió un atentado en Washington, no se había…