Aprovechando la presencia de los principales líderes europeos en la cumbre del G8 que se celebró en Irlanda del Norte esta semana, el presidente de Estados Unidos Barack Obama se ha reunido con el presidente del Consejo de Europa, Herman Van Rompuy, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro británico, David Cameron, el italiano, Enrico Letta, el francés, François Hollande y el irlandés, Enda Kenny, para iniciar las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Aunque las negociaciones formales comenzarán el próximo mes de julio en Washington DC, este Tratado de Libre Comercio se convertirá en el mayor acuerdo bilateral del mundo. Se estima que Estados Unidos y la Unión Europea representan casi el 50% del PIB mundial y que con este acuerdo se producirá un aumento del 0,4% del PIB de Estados Unidos (lo que generaría 120.000 millones de dólares en Norteamérica) y del 0,5% del PIB europeo (generando 160.000 millones de dólares en Europa).
Según los documentos de trabajo publicados por la Unión Europea, con este Tratado de Libre Comercio se busca además de la liberalización del comercio de servicios, llegar a un acuerdo para la supresión de todos los derechos sobre el comercio de productos industriales y agrícolas, así como la protección en conjunto de los derechos de propiedad intelectual de cualquier producto o servicio, entre otras cuestiones.
En palabras de Barack Obama este acuerdo supondría “profundizar en las relaciones comerciales de ambas regiones y crear nuevos puestos de trabajo”. Para el primer ministro británico, David Cameron, este acuerdo es “un premio que se da una vez en una generación y estamos decididos a aprovecharlo”.
Actualmente Estados Unidos invierte en el conjunto de los países de la Unión Europea tres veces más que en toda Asia mientras que la Unión Europea invierte en Estados Unidos ocho veces más que en India y China juntas.
Aunque las reuniones de negociación todavía no han comenzado se espera que este acuerdo esté listo para 2014 aunque algunos ya hablan de que podría llevar meses o incluso años porque hay varios sectores muy importantes para la economía de ambos países que no se muestran de acuerdo con este Tratado.
Es el caso de la industria del cine (sobre todo la francesa) que ante la amenaza de la industria cinematográfica norteamericana ha pedido a la UE que retire el sector cultural del Tratado de Libre Comercio, o el sector agrícola (productores de aceite de oliva, entre otros) al que la Unión Europea deberá tener en cuenta y escuchar las peticiones e intereses de los veintisiete países miembros.