El pasado lunes 12 personas morían en el Centro de la Armada (Navy Yard) de Washington DC tras un tiroteo iniciado por Aaron Alexis, de 34 años, un ex reservista del Ejército de Estados Unidos y contratista militar. Tras la confirmación de los fallecidos y de los 14 heridos, el presidente Obama condenó el atentado y volvió a reactivar un debate ya largo en el país: la ley para el control de tenencia de armas.
El pasado mes de abril el Senado bloqueaba una ley en la que el Ejecutivo aspiraba a controlar la venta de armas o, al menos, examinar los historiales de las personas que quieran acceder a una. Con un gran debate político y mediático, los defensores de la libertad de tenencia de armas ganaron la batalla y no aprobaron la ley propuesta desde la Casa Blanca.
En los últimos días las voces a favor del control no han dejado pasar este nuevo tiroteo para pedir y solicitar al presidente acciones concretas. Una de las más directas fue la senadora Dianne Feinstein, demócrata por California, que preguntaba “¿cuándo va a ser suficiente?” para que la ley salga adelante: “El Congreso no debe eludir su responsabilidad y reanudar un debate reflexivo sobre el control de las armas”.
En el bando contrario han sido menos las opiniones publicadas pero están seguros de que la ley no es la solución y que aunque se reactive el debate va a volver a ser bloqueada, al menos, este año. Por su parte, la Asociación Nacional del Rifle, uno de los grupos que más presión ejercieron para el bloqueo de la ley el pasado abril, no ha hecho ningún comentario.
Algunos senadores, como Joe Manchin, demócrata por West Virginia, siguen trabajando para lograr los cinco apoyos necesarios en la Cámara para aprobar la ampliación de las medidas de verificación de los antecedentes de los compradores de armas, pero no cree que este nuevo hecho cambie la situación.
Pero el debate ya no sólo está en el círculo político y mediático. La cadena de cafeterías Starbucks ha anunciado a través de una carta de su CEO que pide “respetuosamente a los clientes no llevar armas de fuego en tiendas o mesas al aire libre, incluso en estados donde la portación a la vista de armas se permite, salvo que sean personas autorizadas y encargadas de hacer cumplir la ley”.
Con la masacre del lunes son siete los tiroteos masivos que se han producido durante la presidencia de Obama. Su portavoz, Jay Carney, declaró el mismo lunes desde la Casa Blanca que “estaba poniendo en marcha medidas ejecutivas” y reiteró el compromiso del presidente para reforzar la ley vigente, aunque los mismos defensores de la ley no confían en que vayan a cambiar de postura en el Senado en los próximos meses.