Fiel a su cita anual y convertida en tradición mundial en los últimos años, cada 17 de marzo se celebra la festividad de San Patricio, santo patrón de Irlanda. Patricio de Irlanda, un britano que llega esclavizado a las costas de Hibernia hacia principios del siglo V, ganó la isla para el cristianismo y se convirtió en el eje de la unidad e identidad de los irlandeses, que ha cruzado fronteras y océanos para simbolizar hoy el camino e influencia del pueblo irlandés en el mundo entero.
Las grandes ciudades de Norteamérica celebran hoy, aunque no de forma oficial, la festividad de San Patricio. Los monumentos más significativos se iluminan de verde, los pubs irlandeses de las ciudades hacen precios especiales en sus pintas de cerveza negra y se celebran desfiles con el shamrock, el leprechaun y el color verde como protagonistas. El censo de Estados Unidos recoge una población de origen irlandés de unos 34 millones y medio de Irish-Americans. La inmigración irlandesa hacia Norteamérica que comenzó en el siglo XVIII tuvo su punto culminante en la primera mitad del siglo XIX, particularmente tras la “Gran hambruna” irlandesa de 1845-1849. Se estima que entre los años 1820 y 1900 cerca de cuatro millones de irlandeses cruzaron el océano rumbo a Estados Unidos. La raíz irlandesa dentro de la población multicultural estadounidense sólo se ve superada por la población de origen alemán.
Hace poco más de dos semanas, Leonardo di Caprio, recibía el Oscar a la mejor interpretación por su papel en la cinta “The Revenant”. Viene ahora a la memoria recordar el papel que interpretó en 2002 bajo la dirección de Martin Scorsese en la cinta “Gangs of New York” donde da vida a un joven inmigrante irlandés, de nombre Amsterdam Vallon, que llegaba a Nueva York con la intención de acabar con la vida de Bill Cutting “El carnicero”, el hombre que mató a su padre, interpretado por Daniel Day Lewis.
Ambientada en 1863 en una ciudad en continuo crecimiento, en plena Guerrra Civil Americana, en el tercer año del mandato de Abraham Lincoln, el personaje ficticio de Amsterdam Vallon que se enfrentaba a la banda de William Bill «the Butcher” Cutting sirve para tomar el pulso de aquel periodo fundamental en la formación de la nación americana. Basada libremente en un libro de Herbert Asbury The gangs of New York: An Informal History of the Underworld (1927) en el que se describía la historia del crimen en Nueva York durante el siglo XIX los personajes de Vallon y Cutting están inspirados en las figuras reales de John Morrisey y William Poole, jefes de bandas urbanas que convivieron, y se mataron, en ese Nueva York de mediados del XIX que recibía oleadas de inmigrantes irlandeses, los cuales, se encontraban con la oposición de los nativos americanos de origen inglés.
John Morrisey apodado “Old Smoke” (1831-1878) había nacido en Irlanda tres años antes de que sus padres emigraran a Estados Unidos. Desde joven estuvo cerca de las bandas criminales e incluso pasó temporadas en la cárcel. Participó en peleas callejeras y acabó ganando importantes cantidades de dinero con el boxeo, aunque este deporte estaba prohibido en muchos lugares de Norteamérica hasta 1850. En aquellos momentos, existía en la ciudad una sociedad o lobby, el Tammamy Hall, vinculado al partido demócrata con un papel importante en la incorporación de inmigrantes irlandeses dentro de la sociedad neoyorquina. Su líder más conocido era William M. «Boss» Tweed, tal vez el político más corrupto de la historia de Estados Unidos, “reclutó” a personajes como John Morrissey al ver en ellos los aliados perfectos para su conquista del poder en las calles a través de las manipulaciones electorales, el juego ilegal, el crimen organizado, las bandas callejeras y el control de las diferentes áreas de población a punta de cuchillo. El conocimiento del inglés por parte de los irlandeses facilitaba su incorporación a las filas de las bandas afines al Tammamy Hall y sus condiciones de vida como inmigrantes recién llegados, carentes de todo tipo de derechos sociales, marginados y acosados por su condición de católicos, convirtió a muchos de ellos en miembros de los “Dead Rabbits”, la banda de Morrissey.
Por otro lado, el Partido de los Nativos Americanos (Native American Party) conocidos como los Know Nothing se oponían a la inmigración y la obtención de derechos sociales de la población irlandesa empleando los mismos medios para extorsionar y acabar con la presencia de inmigrantes irlandeses en el poder político y en sus zonas de control. La banda de los Bowery Boys estaba dirigida por la figura de William Poole («The butcher») (1821-1855) opuesto étnica y políticamente a Morrissey y sus “Dead Rabbits”. Las peleas de estas bandas debían ser habituales, como los frecuentes disturbios en la plaza de Five Points o en los combates ilegales de boxeo; pero su enfrentamiento definitivo tuvo lugar el 24 de febrero de 1855 en Stanwix Hall, Broadway, donde matones cercanos a Morrissey dispararon y dejaron malherido a Poole que morirá días más tarde.
John Morrissey se convertirá en un héroe de la población inmigrante irlandesa al haber eliminado al principal matón nativista, Poole, y será conocido como el primer jefe de las bandas irlandesas de Nueva York. Más adelante, ganará poder dentro del Tammamy Hall e incluso llegará a ser congresista en 1867 (además de dueño de 16 casas de juego) defendiendo los derechos de los inmigrantes irlandeses.
En 1986 otro Morrissey, Steven Patrick, británico hijo de inmigrantes irlandeses y el cincuenta por ciento de la banda “The Smiths” en una de sus canciones más conocidas (There is a light who never goes out) decía:
Oh, please don’t drop me home
Because it’s not my home, it’s their
Home, and I’m welcome no more
The Smiths: There is a light who never goes out
Si América se forjó en las calles, como rezaba la película de Scorsese, la banda del irlandés John Morrissey fueron también “smiths” de esa forja.
Happy Saint Patrick´s Day!