Tras los resultados de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, Virginia se consolidó, como ocurre con Ohio, como uno de los estados decisivos para determinar quién gana la Presidencia. De esta forma Virginia se ha convertido en un lugar clave para las elecciones de medio término del próximo mes de noviembre y para las próximas presidenciales de 2016.
Sin embargo, la lucha por la gobernación del estado entre el demócrata Terry McAuliffe y el republicano Ken Cuccinelli está dando mucho que hablar en los medios pero por un tercer factor: Hillary Clinton.
El apoyo que la ex secretaria de Estado está mostrando al candidato demócrata y sus continuas apariciones en público está fomentando los rumores de que la campaña de McAuliffe podría estar siendo un campo de pruebas para determinar la influencia e imagen de Clinton ante su posible candidatura para las elecciones de 2016.
McAuliffe es un hombre muy cercano a los Clinton. En 1996 copresidió la campaña de Bill Clinton, en 2008 la de Hillary Clinton y durante la década de 2000 presidió el Comité Nacional Demócrata. Sin embargo, él y su equipo insisten en presentarle como un hombre de empresa, que aportaría al estado una visión bipartidista y que fomentaría la creación de empleo y oportunidades en Virginia.
Mientras el candidato a gobernador ofrece eventos de recaudación de fondos a los que invitar a sus donantes y repite su mensaje discurso tras discurso, de fondo el protagonismo se lo lleva Hillary, quién todavía no se ha pronunciado al respecto.
Periodistas, asesores y personal cercano a los Clinton y McAuliffe, sí han dejado ver sus opiniones ante estos rumores, como ha publicado esta semana Politico. Para unos, de ser cierto que Clinton está “probándose” en Virginia, sería una estrategia muy arriesgada, ya que es demasiado pronto y en caso de que McAuliffe perdiera podría impulsar a otros candidatos demócratas a las primarias y debilitar la imagen de Hillary.
Para otros esto es innecesario. La fuerza de la hasta hace unos meses Secretaria de Estado hace que se valga por sí misma para lanzarse a las primarias, sin necesidad de contar con un candidato a gobernador y, además, el número de donantes dispuestos a apoyar a Hillary Clinton es muy superior al que obtiene McAuliffe, de ahí que no tendría mucho sentido la premisa lanzada en los medios.
Con o sin ser ciertos estos primeros avances hacia una campaña para las primarias demócratas, Hillary Clinton ya comienza a recibir apoyos sin apenas buscarlos. El primer Comité de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés) que apoyaría a la posible futura Presidenta ya se ha lanzado con un contundente: Ready for Hillary y las redes sociales no están tardando en mostrarle su apoyo con más de 55.000 seguidores en Twitter y en Facebook.
De momento, habrá que esperar a que Hillary Clinton quiera o decida emitir declaraciones sobre su posible postulación, porque son sólo suposiciones y rumores.