El presidente Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca con una andanada de órdenes ejecutivas que representan una enmienda a la totalidad a las políticas de su predecesor Joe Biden.
Donald Trump
El principio ideológico que sustentó estructuralmente el discurso de Donald Trump en su toma de posesión no era otro que derrotar a los enemigos que atacaban a los Estados Unidos.
Condiciones meteorológicas adversas privaron a Donald Trump del previsible baño de masas si la toma de posesión hubiera tenido lugar en la terraza del Capitolio y no en la Rotonda como ocurrió.
El colorido de los fuegos artificiales se ha desvanecido, los músicos viajan en autobús rumbo a sus cuarteles de invierno, un escuadrón de operarios se afana para devolver a Washington el habitual aspecto capitalino limpio de confeti y serpentinas… El nuevo —o viejo— rey ya reina en su castillo blanco. ¿Y ahora qué?
A finales del pasado mes de diciembre recibimos la noticia del fallecimiento de James Earl “Jimmy” Carter, Jr., a quien muchos consideran mejor persona que presidente.
En apenas seis meses se cumplirán los primeros diez años del comienzo oficial del Trumpismo. El 16 de junio de 2015, un enjambre de flashes rodeó al multimillonario en el anuncio de su candidatura a la Casa Blanca.
Ustedes ya sabrán que, por una resolución aprobada en 1788, en el último Congreso de la Confederación que estaba a punto de abandonarse como marco de gobierno de aquellos EE.UU. y dar paso a la Unión, la inauguración de un presidente estaba fijada en el 4 de marzo del año posterior a la elección.
El 5 de noviembre de 2024, el presidente Donald Trump obtuvo su segundo mandato. Esta victoria trae nuevas incógnitas sobre el futuro de su política exterior, en especial hacia el Próximo Oriente, una región clave durante los mandatos de presidentes como George W. Bush y Barack Obama, marcados respectivamente por la Guerra contra el Terror y la Primavera Árabe.
Uno de los mantras más repetidos por los dirigentes demócratas en la pasada campaña electoral norteamericana tenía que ver con el peligro que representaba para la democracia norteamericana la eventual victoria del candidato republicano Donald Trump.