La semana pasada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó México y Costa Rica en su tour centroamericano en el que dejó claro que los países de la región central del continente son clave para el destino del país y del mundo.
Tras reunirse con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, Obama ofreció un discurso ante miles de estudiantes a los que animó a romper la barrera de “incomprensión cultural” que existe entre ambos países. Con varios intentos por saludar y hablar en español, Obama insistió en castellano que “juntos podemos lograr más” otorgando a México un lugar principal en el nuevo mundo que poco a poco se está creando.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=EBW7OZGq9Mc?list=PL8C61A61D646F0865]“Somos hermanos en la lucha por la igualdad”, dijo Obama parafraseando lo que hace décadas dijo Martín Luther King al sindicalista César Chávez. Obama apostó por dejar atrás viejos estereotipos de luchas e inmigración ilegal, reconoció que parte del problema del narcotráfico es responsabilidad de EE.UU. y centró las áreas en las que los dos países podrían colaborar para conseguir un mayor desarrollo de ambas regiones: comercio, industria, energías renovables y educación (con un ambicioso plan de intercambio de estudiantes).
Era la cuarta vez que el presidente visitaba México y la primera que viajaba a Costa Rica. La presidenta de éste último, Laura Chinchilla, y varios líderes de países de la zona (Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador, República Dominicana, Guatemala y Belice) recibieron a Obama en varias reuniones privadas, una cena de trabajo conjunta y un foro de empresarios, eventos en los que las amenazas del narcotráfico y la violencia y corrupción que éste conlleva, fueron los temas principales.
“Cuanto más fuertes sean las instituciones más débil será el narcotráfico”, explicó Obama. Ante el gran reto al que se enfrentan los presidentes centroamericanos de terminar con el narcotráfico, generador de grandes trabas al desarrollo de la región, Obama animó a seguir trabajando desde el gobierno: “Se terminará con este problema y se conseguirá con un mejor sistema migratorio, un mejor sistema de educación infantil e inversión en nuevas tecnologías. En definitiva, con mejores condiciones de vida”.
Con esta visita el gobierno de Estados Unidos confirma su compromiso de colaboración y trabajo con Centroamérica. Una región clave y estratégica para el desarrollo del continente ante el imparable crecimiento de los países asiáticos.
