El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu (Ciudad de México, 1963) ha sido seleccionado para ser el presidente del jurado de la 72ª edición del Festival de Cannes que comienza en este mes de mayo de 2019. González Iñárritu se convierte así en el primer presidente de jurado cuyo origen es de América Latina. El director y guionista consigue así hacer historia en este prestigioso certamen europeo de cine, aunque no es la primera vez que consigue hacer historia en la industria cinematográfica y en lo que a premios se refiere.
La Academia de cine estadounidense ha otorgado el que es uno de los más codiciados —sino el que más— premios del séptimo arte a nivel mundial para un realizador, el Óscar al mejor director, a González Iñárritu en dos ocasiones de manera consecutiva. Tal proeza no ha sido igualada por ningún otro director de origen hispano. González Iñárritu lo ganó en 2014 y 2015 por Birdman y The Revenant respectivamente, y se sumó a la corta lista de directores que han obtenido el mentado galardón en consecutivas ocasiones: John Ford y Joseph L. Mankiewicz, para ello hay que remontarse hasta la mitad del siglo veinte cuando Ford ganó consecutivamente por The Grapes of Wrath (1940) y por How Green Was My Valley (1941), y Mankiewicz por A Letter to Three Wives (1949) y All About Eve (1950).
No obstante, González Iñárritu no fue el primer director mexicano en conseguir hacerse con la codiciada estatuilla de la Academia, su compatriota, Alfonso Cuarón (que también posee dos óscares como director, aunque no de manera consecutiva) se le adelantó un año, 2013, por la película Gravity convirtiéndose así en el primer director latino americano en lograrlo. El segundo lo ganó en la última edición de los premios por el film Roma (2018). Aún así, hay un tercer director que también es compatriota de Cuarón y González Iñárritu y que a su vez ha conseguido hacerse con semejante galardón, Guillermo del Toro por la cinta The Shape of Water en 2017.
Como se puede ver, la segunda década del nuevo milenio ha sido próspera para los realizadores mexicanos y, por extensión, para el orgullo de los profesionales del cine cuyo origen es latino americano. Ningún otro director hispanohablante, ni siquiera Pedro Almodóvar, ha conseguido hacerse con la estatuilla al mejor director, aunque lo ganó por el guion de Hable con Ella en 2002 y sí consiguió nominación a su dirección por la misma, pero lo ganó Roman Polanski por The Pianist.
Pese a que entre Cuarón, González Iñárritu y del Toro acumulan cinco estatuillas al mejor director, lo cierto es que no hay más directores de origen hispano que lo hayan logrado. En los últimos cincuenta años de ediciones de los Óscar, un diez por ciento de los directores galardonados han sido de origen hispano. Teniendo en cuenta que hablamos de una de las minorías sociales en Estados Unidos que más está creciendo, no parece un porcentaje alto. Sin embargo, es mucho mayor que el de directores de origen afroamericano que se han hecho con la estatuilla, dado que aquí el porcentaje es de cero.
Continuando con estadísticas en otras áreas de los Premios Óscar, desde 1970 no ha habido un solo actor o actriz de origen hispano o latino que se haya hecho con el Óscar a mejor actor o actriz protagonista; por lo tanto, cero por ciento. Este no es el caso de actores y actrices afroamericanos dado que un seis por ciento de ellos han ganado el Óscar al mejor actor protagonista, Denzel Washington por Training Day (2001), Jaime Foxx por Ray (2004) y Forest Whitaker por The Last King of Scotland (2006), y solo un dos por ciento ha sido para ellas, concretamente para Halle Berry, que es la única aquí por Monster’s Ball (2001).
Los porcentajes se incrementan si observamos las categorías de actores y actrices secundarios. En el caso de actores hispanos, un cuatro porciento de los que se han hecho con el Óscar por su interpretación son de este origen, Benicio del Toro por Traffic (2000) y Javier Bardem por No Country for Old Men (2007), y un dos por ciento pertenece a actrices hispanas, en este caso española, con el único premio obtenido por Penélope Cruz por su papel en Vicky Cristina Barcelona (2008). En lo que se refiere a actores y actrices afroamericanos, que han ganado el Óscar en esta categoría, los porcentajes se incrementan con respecto a los de hispanos. Un doce por ciento de los Óscar a mejor actor secundario han sido ganados por ellos, Louis Gossett Jr. por An Officer and a Gentleman (1982), Denzel Washington por Glory (1989), Cuba Gooding Jr. por Jerry Maguire (1996), Morgan Freeman por Million Dollar Baby (2004) y Mahershala Ali por Moonlight (2016) y por Green Book (2018), y un catorce por ciento ha sido para ellas, Whoopi Goldberg por Ghost (1990), Jennifer Hudson por Dreamgirls (2006), Mo’Nique por Precious (2009), Octavia Spencer por The Help (2011), Lupita Nyong’o por 12 Years a Slave (2013), Viola Davis por Fences (2016) y Regina King por If Beale Street Could Talk (2018).
Como muestran estas estadísticas y porcentajes, la Academia de cine estadounidense ha dado cierto reconocimiento a estos actores, actrices y directores que o bien son nacidos en otros países o pertenecen a minorías sociales de la sociedad norteamericana. No obstante, aunque se ha avanzado en los últimos cincuenta años, aún queda camino por recorrer. Aunque noticias como que Alejandro González Iñárritu haya sido elegido para presidir el jurado de Cannes son un buen augurio y motivo de celebración.
Escrito por Juan José Arroyo Paniagua, estudiante del Máster en Estudios Norteamericanos de la UAH y la UCM. Sus intereses académicos se centran en la literatura contemporánea estadounidense, masculinidades, cine y series de televisión. Entre sus trabajos hasta la fecha destaca «Evil in an Ocean of Evening Redness: Figures of Evil inBlood Meridian and Moby-Dick.»
