Relaciones internacionales: España, Estados Unidos y el mundo

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Se está celebrando esta misma semana la séptima edición del Congreso internacional sobre Vínculos Históricos entre España y Norteamérica que junto al City College of New York y el Instituto Cervantes de Nueva York organiza el Instituto Franklin-UAH. Se trata de un congreso de periodicidad anual que alterna Estados Unidos y España en cada nueva edición. Una reunión de carácter científico e interdisciplinario que surgió para profundizar y dar respuesta a la complejidad de las relaciones entre esas dos naciones.

Forma parte del imaginario colectivo el desplante de quien posteriormente ocuparía la presidencia del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, permaneciendo sentado al paso de la bandera norteamericana en el día de nuestras fuerzas armadas. De distinta índole, pero similar trasfondo, fue la ausencia del entonces vicepresidente del gobierno en los actos que el presidente norteamericano Ronald Reagan realizó durante su visita a España entre el 6 y el 8 de mayo de 1985 (véase “Un republicano en la Moncloa: la visita de Ronald Reagan a la España de 1985” de Coral Morera en Tribuna Norteamericana Nº 6; abril 2011). Recuerdo que el día de su partida la izquierda española convocó una fiesta en la plaza Mayor de Madrid para celebrar que el mandatario norteamericano abandonaba el suelo patrio. En aquellos años las marchas a la base aérea de Torrejón, solicitando su desmantelamiento con el eslogan “OTAN NO, BASES FUERA” se sucedían con la misma periodicidad que la llegada de las flores en primavera.

Estos episodios reflejaban, en cierta forma, un latente sentimiento antiamericanista que capitalizó la izquierda pero que tenía sus orígenes en los estamentos más conservadores de la sociedad española. Todos recordamos esa obra cumbre del cine español que es Bienvenido, Mr. Marshall (1953) de Luis García Berlanga. Los habitantes del pequeño pueblo de Villar del Río están ilusionados con la llegada de los americanos… excepto uno, el hidalgo de rancio abolengo para quien son unos “salvajes”. Este trasnochado personaje refleja la oposición a todo lo “yankee” surgida en España tras la guerra de Cuba; no en vano fueron los Estados Unidos quienes pusieron fin en 1898 a la gloria y grandeza del imperio español.

El revisionismo histórico en publicaciones y encuentros históricos como el que está teniendo lugar en la Universidad de Alcalá, está revelando una realidad sustancialmente distinta al relato impuesto durante las últimas décadas del siglo XX por ciertos sectores de la progresía intelectual. La presencia norteamericana tras los Pactos de Madrid de septiembre de 1953 sustanciada en las bases de Rota, Morón, Torrejón de Ardoz, y Zaragoza se tradujo en toda una batería de beneficios políticos, económicos, y sociales para la sociedad española. En el ámbito político la visita del IKE, el presidente Eisenhower, en diciembre de 1959 supuso un espaldarazo internacional del franquismo, o cuando menos su reconocimiento por la primera potencia mundial. La inyección económica resultó fundamental para el despegue económico que surgiría imparable en la década de los sesenta, siendo el motor de la modernización del sector empresarial de aquellas décadas. En el ámbito social los jóvenes españoles conocieron otros modelos culturales -contraculturales en aquellos años- como el Rock’n Roll que emitían las emisoras norteamericanas y escuchaban quienes en pocos años formarían los primeros grupos de música como los míticos Lone Star, Smash, o Burning. Una música replicada por las emisoras de FM españolas surgidas, precisamente, según el modelo de los nuevos visitantes. También se popularizaron los vaqueros, o los cigarrillos rubios y si a alguien, que no a mí, estos hechos le resultan intrascendentes banalidades, fue en estos años cuando se inició el programa Fulbright, todavía en vigor, que posibilitó la formación internacional de centenares de universitarios españoles, muchos de ellos futuros militantes de izquierda como el propio Javier Solana.

Inocencio Arias, en su momento embajador español en la ONU, pronunció ayer miércoles, 27 de abril de 2022, la conferencia inaugural del referido congreso, titulada “Estados Unidos y nuestro doble desembarco en la OTAN”. Destacó que la normalización de las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos se produjo cuando los americanos entendieron que el aislamiento al que se había sometido a España, que en su lucha contra el comunismo apoyó a la Alemania nazi, era excesivo. Se acababa de iniciar la Guerra Fría.

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