En 1992 el antiguo CENUAH (Centro de Estudios Norteamericanos de la Universidad de Alcalá), actual Instituto Franklin-UAH organizó el V Congreso Internacional de Culturas Hispanas en los Estados Unidos. Con motivo de aquel congreso se fundó ADECHAN (Asociación para el Diálogo y Estudio de las Culturas Hispanas en América del Norte), donde tuvimos cabida una serie de profesores universitarios españoles de distintas áreas de conocimiento (historiadores, sociólogos, politólogos, filólogos… etc.) con el común denominador del interés por la realidad de los hispanos en Estados Unidos. Durante los seis años siguientes se organizaron seminarios y jornadas que daban a conocer en el ámbito universitario español el complejo universo de unas gentes tradicionalmente obviadas, cuando no olvidadas, por la academia.
La culminación de todas aquellas actividades fue la celebración, en 1998, del I Congreso Internacional de Lengua y Literatura Chicana en Granada (Univ. de Granada). La respuesta, tanto en España como al otro lado del Atlántico fue sorprendentemente positiva y la inscripción superó el centenar de congresistas. Animados por el éxito de la convocatoria y los resultados académicos repetimos en Vitoria (Univ. del País Vasco) en el 2000. Después vendrían Málaga (2002, Univ. de Málaga), Sevilla (2004, Univ. de Sevilla), Alcalá de Henares (2006, Univ. de Alcalá), Alicante (2008, Univ. de Alicante), León (2010, Univ. de León), Toledo (2012, Univ. de Castilla-La Mancha), Oviedo (2014, Univ. de Oviedo), y finalmente en este 2016 se organiza en Madrid por la Universidad Complutense. Entre medias ADECHAN se refundió en la actual HispaUSA dando cabida a todos aquellos interesados en este campo de estudio indistintamente de su nacionalidad, y en el 2012 se instauró el Galardón D. Luis Leal como reconocimiento a quienes han destacado en el mundo académico. El primero de ellos se otorgó a Nicolás Kanellos, el segundo a María Herrera-Sobek, y este año a Gary Francisco Keller.
La nómina de autores y críticos chicanos que han participado completaría cualquier currículum docente que se precie: Miguel Méndez, Rolando Hinojosa-Smith, Ana Castillo, Tino Villanueva, Elena Viramontes, Alejandro Morales, Alma Luz Villanueva, Lucha Corpi, Luis Valdez, Alicia Gaspar de Alba, Carlos Morton, Norma Cantú, Santiago Vaquera… entre los creadores; Nicolás Kanellos, Diana Rebolledo, Francisco Lomelí, María Herrera-Sobek, Gary Francisco Keller, Gabriel Meléndez… entre los profesores. Algunos, siempre recordados, fueron abandonándonos a un lado y otro: Manuel Villar, organizador del primer congreso de Granada, o Federico Eguíluz que organizó el de Vitoria; en tierras americanas el escritor Miguel Méndez, quien fuera primer conferenciante plenario, o la tragedia del prematuro adiós a Hector Torres, asiduo participante.
Durante estos veinte años muchas cosas, relativas a los hispanos en Norteamérica, han cambiado tanto en ámbitos relativos a la economía y la política como en la universidad española. Los distintos gobiernos españoles han entendido que el potencial, la realidad de más de 50 millones de personas con raíces hispanas que viven en Estados Unidos, suponía un valor añadido a la implementación de lo español en aquella nación. En las aulas universitarias, fundamentalmente en el nuevo Grado en Estudios Ingleses, las obras de autores de origen mejicano, cubano, portorriqueño, dominicano… forman parte de los currículos generales y, en algunas universidades, incluso se imparten como asignatura independiente.
Pero la celebración de estos diez congresos ha supuesto no solo el conocimiento de una realidad artística, sino una empatía, un acercamiento –en ocasiones personal– que ha servido para reforzar vínculos y establecer una dialéctica que supera la oficialidad de otras actuaciones. A raíz de estos congresos el ir y venir de académicos españoles y americanos en visitas y seminarios, proyectos de investigación conjuntos… ha sido continuo. De igual forma la participación de especialistas académicos en publicaciones académicas norteamericanas es constante. Una dinámica, en definitiva, que tiene tanto de reto como de ilusión.
