España tiene por delante un año electoral muy intenso. El próximo 28 de mayo, estamos llamados a las urnas para las elecciones autonómicas, en 12 de las 17 Comunidades Autónomas, más Ceuta y Melilla. Igualmente, esa misma jornada, también tendrán lugar elecciones municipales en los más de 8.100 municipios distribuidos a lo largo del territorio español, representando a más de 65.000 concejales y en torno a 720 diputados autonómicos.
Posteriormente, como colofón, es muy probable que también estemos convocados a unas elecciones generales antes del cierre del año.
Al otro lado del atlántico, en Estados Unidos, se librará una gran batalla electoral, pero en el 2024. Aunque distan a más de año y medio, ya se han encendido los fogones electorales.
Tras las midterms del año pasado, donde el partido demócrata obtuvo unos buenos resultados, al mantener la mayoría en el Senado (51 escaños), Estados Unidos ya tiene la vista puesta en las presidenciales de 2024.
El gran hito previo es la celebración de las primarias presidenciales. Por parte del partido demócrata, lo más normal –y lo que es habitual– es que el actual presidente vuelva a ser el candidato, sin necesidad de convocar primarias. En cambio, para la oposición, en este caso, el Partido Republicano, las primarias son un acontecimiento de máxima relevancia, actuando de filtro final para la nominación de su candidato.
Saquemos las palomitas del microondas, porque el plantel de posibles candidatos republicanos, y más que se irán sumando a lo largo de los próximos meses, augura unas primarias de vértigo.
En primer lugar, está el expresidente Donald Trump, que anunció, a mediados de noviembre del año pasado, su intención de volver a postularse en 2024. Se podría convertir en el segundo presidente después de Grover Cleveland (D) en cumplir dos mandatos en la Casa Blanca no consecutivos.
Trump es, a fecha de hoy, el favorito, pero tendrá que batirse en duelo con otros grandes nombres republicanos que se están planteado dar un paso al frente. En su contra está parte de la opinión pública por los acontecimientos relacionados con el asalto al Congreso de enero de 2021. Si Trump vuelve a presentarse contra Joe Biden, será la primera “revancha” presidencial desde 1956 después de que Dwight Eisenhower (R) se presentara (con éxito) a la reelección contra Adlai Stevenson (D).
Cabe resaltar que, a fecha de publicación de este artículo, Trump se encuentra al borde de una posible imputación por el caso Stormy Daniels mediante el cual se le investiga por el supuesto pago, en 2016, con fondos de su campaña, a una estrella del porno para que no saliese a la luz la relación que mantuvieron en el año 2006. Será un gran jurado de Nueva York, que está encargado de la investigación sobre el soborno, quien finalmente decida proceder con los cargos. Esto podría cambiar drásticamente (y legalmente) la situación y estrategia de la campaña de Trump.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis (44 años), es su máximo rival en estos momentos, aunque aún no haya oficializado su candidatura. DeSantis, abogado licenciado por Harvard, es el gobernador de Florida desde 2019. Anteriormente, de 2013 a 2018, fue congresista. Se considera un “conservador incondicional”, opuesto al derecho al aborto, a favor de portar armas de fuego abiertamente (a quienes ya poseen licencia para portar armas de fuego ocultas) y con propuestas económicas liberales.
Otra competidora es Nikki Haley (51 años), que lanzó su campaña el mes pasado. Haley fue embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas (2017-2018) y gobernadora de Carolina del Sur en 2011. En sus propias palabras, representa “una nueva generación de liderazgo con responsabilidad fiscal, asegurando fronteras y fortaleciendo la nación”.
Mike Pence (63 años), el que fuera el todo poderoso vicepresidente de Trump, también podría dar el paso. Pence “rompió” formalmente con su presidente como resultado del comportamiento que mantuvo Trump frente a los sucesos relacionados con el asalto al Capitolio a principios de 2021. Está regresando a las posiciones más tradiciones del partido republicano y tratando de forjar un liderazgo propio.
Tim Scott (57 años) es senador por Carolina del Sur desde el 2013. Scott hizo historia al convertirse en el primer afroamericano en la historia de los Estados Unidos en ser elegido miembro de la Cámara de Representantes como del Senado. Más recientemente, fue uno de los dirigentes que firmó la carta pidiendo al presidente Trump que saque a EE.UU. del Acuerdo de París sobre los efectos del cambio climático.
Ted Cruz (52 años), abogado de origen hispano, nacido en Canadá (pero renunció a dicha nacionalidad en 2014), es senador por el estado de Texas desde 2013. Cruz comenzó su trayectoria política durante la etapa de George W. Bush como asesor de política nacional. En el año 2016 se presentó a las primarias, perdiéndolas frente a Trump. Pero Cruz no descarta intentarlo de nuevo, teniendo que optar entre buscar su reelección como senador o dar el paso a las primarias republicanas.
Las primarias republicanas tendrán lugar en algún momento entre febrero a junio de 2024. Si Trump ganase las elecciones, se convertiría en el primer presidente republicano en cumplir dos mandatos no consecutivos. Trump también sería el primer político en ganar la nominación presidencial republicana tres veces consecutivas.
Tanto en España como en EE.UU., nos esperan un 2023 y 2024 cargado de citas electorales que pueden cambiar el panorama político de ambos países. Os animo a hacer seguimiento de ambas.