Siendo director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, me llegó la propuesta de la Comisión Fulbright España, a través de su director Alberto López San Miguel, de realizar en la Cisneriana las jornadas de orientación que, anualmente, recibían sus auxiliares de conversación procedentes de Estados Unidos. A estas jornadas, que de forma habitual se celebraban en Madrid, quería Alberto dotarlas de una proximidad personal que una gran urbe como la Villa no permitía, pero de la que una ciudad como Alcalá rebosaba. Además, el ser el Instituto Franklin el único centro de investigación sobre Estados Unidos de España y el formar parte tanto Alcalá como Fulbright España de la Fundación Consejo España-Estados Unidos fueron claves para que, a modo de prueba, se pudieran trasladar los “Fulbrighters” a nuestra universidad. Así, en septiembre de 2018, y por primera vez, las jornadas se celebraron en la Universidad de Alcalá, abriéndolas en el Paraninfo complutense el Rector, el profesor D. José Vicente Saz, y el por entonces embajador de Estados Unidos en el Reino de España y Andorra, D. Richard Duke Buchan III.
Las jornadas de ese año fueron, en palabras del director de Fulbright España, “todo un éxito”. Alberto me emplazó entonces a repetir la actividad en 2019, siempre que se contara con el beneplácito del equipo de dirección de Alcalá y el inestimable apoyo del personal del Instituto Franklin. Como director del Instituto, sabía que nuestro rector y su equipo eran muy conscientes del potencial que siempre ha tenido este centro alcalaíno. Imaginaba que una acción colaborativa con Fulbright no podría suponer ningún rechazo en nuestra universidad. No estaba equivocado. En 2019, y ya como vicerrector de Relaciones Internacionales, tuve el honor de acompañar a nuestro rector y al director de Fulbright España en la inauguración de unas nuevas jornadas de sus auxiliares de conversación. Parecía, pues, que las relaciones entre Alcalá -y por supuesto su Instituto Franklin-, y Fulbright podían dar aún más de sí. Eso es, al menos, lo que hablamos Alberto López y yo. Quedamos emplazados, otra vez, para repetir la experiencia en 2020. Desgraciadamente, y como es conocido, las jornadas, como muchas de las actividades académicas que acogía la Universidad de Alcalá, no pudieron celebrarse. Tampoco fue viable realizarlas en 2021 a consecuencia de las limitaciones de aforo que todavía existían en nuestro país. Sin embargo, era inevitable que Fulbright España regresara a Alcalá.
Así sucedió en octubre de 2021, aunque no fue para las jornadas de orientación. En el marco de los actos del 75 Aniversario del Programa Fulbright, la Capilla de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá acogió el acto de entrega de la II edición del Premio “Una trayectoria Fulbright” a Javier Solana de Madariaga. Dicho acto fue presidido por Su Majestad el Rey y sirvió para reunir en torno a la figura del respetado político a jóvenes becarios estadounidenses y a becarios españoles de distintos años, así como a diversas instituciones y patrocinadores del programa. Estaba claro que Alcalá debía volver a ser la sede de las jornadas de orientación Fulbright en 2022. Y es así como, esta misma semana, coincidiendo con el inicio del curso académico, volvemos a tener en nuestras aulas a los jóvenes de Fulbright. Se consolida, así pues, una honda colaboración institucional entre España y Estados Unidos a través de la Universidad de Alcalá y la Comisión Fulbright.
Afianzamiento institucional que se hará más dinámico mediante la firma de un convenio que convertirá a nuestra universidad y nuestra ciudad en sede de estas jornadas por cuatro años, pero que, asimismo, servirá para recibir en Alcalá a dos investigadores Fulbright anualmente. Estos investigadores se incorporarán a alguno de los departamentos de nuestra universidad, lo que posibilitará establecer puentes de colaboración con las más prestigiosas instituciones académicas estadounidenses. Como dicen los anglosajones, se trata de un win-win para todas las partes. No obstante lo anterior, en la relación entre la Universidad de Alcalá, su Instituto Franklin y la Comisión Fulbright España debe verse también el lado más humano. No en vano, son nuestra universidad y nuestra ciudad las que se convierten en la primera imagen que los “Fulbrighters” estadounidenses tienen de España. Una primera impresión que los habrá de acompañar, a buen seguro, a lo largo de sus vidas.
