El pasado 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, era un buen momento para fijar la atención en Estados Unidos, uno de los países con mayor superficie forestal del mundo.
¿Cuál es la extensión de los bosques estadounidenses?
Estados Unidos alberga el 8% de las tierras forestales del mundo. Mientras que la superficie forestal mundial disminuyó en las últimas tres décadas, la estadounidense aumentó constantemente. Como denunció el presidente Madison en 1818, durante muchos años la superficie forestal disminuyó debido principalmente a las abusivas prácticas agroganaderas.
Pero gracias al aumento de los bosques protegidos, los últimos treinta años revirtieron esa tendencia. Entre 1987 y 2017, los bosques crecieron 135.000 km2, aproximadamente el tamaño de Luisiana. Hoy hay más bosques en Estados Unidos que hace un siglo: un tercio de la superficie federal, más de 300 millones de hectáreas, seis veces el tamaño de España, está cubierta por bosques que contienen un billón de pies cúbicos de madera, lo suficiente para colmatar 12.000 mil veces la Gran Pirámide de Guiza.
¿Dónde se encuentran la mayoría de los bosques?
En la mitad oriental del país. Maine supera a todos los demás estados en términos de porcentaje cubierto por bosques con un 89,4% de superficie forestal. Por el contrario, Dakota del Norte es el estado con menos superficie forestal (1,72%). California posee la mayor cantidad de bosques nacionales que todos los demás estados. Alaska alberga el bosque nacional más grande del país, el Bosque Nacional Tongass: 69.000 km2, una superficie mayor que Virginia Occidental.
¿Quién es propietario de los bosques?
Mientras que en España el 72% de los montes son de titularidad privada, en Estados Unidos lo son el 58% de las tierras forestales. Unas tres cuartas partes de los terrenos forestales públicos son propiedad del Gobierno federal, principalmente en forma de bosques nacionales.
Los bosques nacionales fueron creados para proteger las cuencas hidrográficas, para mejorar la calidad de las aguas y para suministrar madera. La presión ambiental ha hecho que la producción de madera sea actualmente un objetivo menos prioritario. Desde 1960, los bosques nacionales han sido manejados bajo una política de uso múltiple, que exige equilibrar el rendimiento de la madera con otros valores como los servicios ecosistémicos: ocio, conservación del suelo y el agua, calidad paisajística, pastoreo para la limpieza de montes y protección de la vida silvestre.
¿Cómo se gestionan los bosques?
El U.S .Forest Service, el servicio más potente del Departamento de Agricultura y la organización de investigación forestal más grande del mundo, tiene un presupuesto de casi 7.000 millones de dólares y 35.000 empleados. Administra unos 78 millones de hectáreas de bosques y praderas nacionales, una superficie equivalente a la de Texas y Connecticut juntos. Además, se encarga de la administración sostenible de más de 300 millones de hectáreas de tierras forestales, incluidos más de 200 millones de tierras privadas.
¿Quedan bosques todavía en su estado natural?
Sí. Cuando se aprobó la Ley de Áreas Silvestres en 1964, se designaron como zonas vírgenes (wilderness areas) unos 4 millones de hectáreas en trece estados. Desde ese año la superficie ha crecido hasta incluir unos 45 millones de hectáreas.
Sin embargo, sólo alrededor del 5% de todo Estados Unidos, un territorio un poco más grande que el estado de California, está protegida como virgen. Debido a que Alaska contiene poco más de la mitad de las áreas silvestres de Estados Unidos, solo un 2,7% de los estados contiguos, un territorio del tamaño de Minnesota, está protegida como wilderness area.
¿Cuál es el rendimiento económico de los bosques?
Los bosques tienen un enorme impacto en los recursos hídricos, la vida silvestre, las actividades recreativas y el tejido cultural, sin olvidar la economía.
En 2019, antes de la pandemia, 80 millones de turistas visitaron Estados Unidos en buena medida atraídos por sus espacios naturales, principalmente por sus bosques. Además de la importancia del turismo, que representó en 2022 el 7,6% de toda la economía estadounidense, los bosques del país son importantes activos económicos: ese mismo año, la industria forestal estadounidense fabricó productos por valor de más de 325.000 millones de dólares (5% del PIB manufacturero del país) y sostiene 925.000 empleos directos y más de dos millones de puestos de trabajo indirectos.
Pero además de su capacidad de atraer turismo, de su belleza natural y de su diversidad ecológica, los bosques son esenciales para mantener estable el clima, absorbiendo CO2 y produciendo oxígeno. En 2020, los bosques estadounidenses compensaron el 14% de las emisiones de CO2 y el 11% de los gases de efecto invernadero.
¿Cuáles son las presiones más graves sobre los bosques estadounidenses?
El cambio climático, las plagas de insectos y la disminución de la poda de limpieza en los bosques nacionales están provocando que los incendios forestales sean cada vez más frecuentes y potentes. El Servicio Forestal actualmente gasta más de la mitad de su presupuesto en el control de incendios forestales. Desde 2021, se han registrado 58.985 incendios forestales que quemaron unos tres millones de hectáreas, una superficie del tamaño de Maryland.