Si quedaba alguna duda de que la nominación de Mitt Romney era una realidad tras la retirada de Santorum, el resultado aplastante en los cinco Estados que votaban el martes por la noche lo ha terminado de confirmar. Mitt Romney venció en Nueva York, Pennsylvania, Rhode Island, Delaware y Connecticut, y en ninguno de ellos bajó del 56% de los votos.
Con estas cinco victorias Romney supera los 800 delegados de los 1.144 necesarios para alcanzar la nominación. Detrás quedan Ron Paul, que se alzó con el segundo puesto en todos los Estados menos en Delaware, y Gingrich, que obtuvo la segunda posición en éste.
En su discurso de victoria, Una mejor América comienza, Romney agradeció a todos los votantes su apoyo, los que le votaron el martes y a toda América, que le “van a dar el honor de representar al partido y ganar las elecciones del próximo 6 de noviembre”. De esta forma Romney ya está confiado en su nominación y comienza a dirigir mensajes a su rival demócrata, el Presidente Obama, en el que para muchos es uno de los mejores discursos del Senador hasta el momento:
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Ahora Romney comienza otra etapa de su campaña: la de elegir vicepresidente y generar la confrontación con Obama.
El candidato republicano se ha dejado ver en las últimas semanas con muchas personas importantes del partido y suenan como posibles vicepresidente desde el senador de Ohio, Ron Portman, el representante de Winsconsin, Paul Ryan, o el gobernador de Virginia, Bob, McDonell, hasta la senadora de New Hampshire, Kelly Allote, y la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Sin embargo, muchos apuestan por el joven senador Marco Rubio, que además de contar con una gran simpatía entre los votantes republicanos (sobre todo entre los miembros del Tea Party), le acercaría a Romney al voto latino. Uno de los asuntos donde el futuro nominado debe moderar sus posturas si quiere aproximarse a los números de Obama y conseguir la victoria en noviembre.
