Iowa no es el final, ¿qué pasará después?

Es difícil hablar de vencedores y vencidos en Iowa, un pequeño estado de 3,1 millones de habitantes –un 0,1% de la población total de Estados Unidos, poco representativo de la multicultural población estadounidense, y en el que han decidido 186.874 votantes en el partido republicano y 171.109 votantes en el demócrata con mucho valor y peso en estos días. Iowa y sus caucus, una mezcla de mito y realidad en las que el juego de la democracia se hace latente.

¿Conclusiones de los caucus de Iowa 2016?

En pocas palabras, para los demócratas Iowa ha hecho caer a O’Malley, ensalzar a Sanders y dar (demasiada) confianza a Clinton.

 Hillary se presenta como vencedora en un discurso que suena más a descanso por no haber perdido (como sucedió con Obama en 2008) que a victoria.

Y en el lado republicano, los caucus han centrado las miradas en los tres candidatos que lideraban las encuestas, pero con sorpresa: empoderando a Cruz, rebajando a Trump e impulsando a Rubio.

  Trump, tocado en su orgullo, era la primera vez que se enfrentaba a una votación después de tanta encuesta que le daban como favorito. ¿Comienza a desinflarse?

¿Decisivo Iowa?

Desde luego que no, pero en las quinielas de tendencia de voto se dice que todo candidato presidenciable, demócrata o republicano, ha ganado primero en Iowa y New Hampshire. Esto forma parte del mito, pues todo depende de cuándo empezamos a contar. La realidad, sin embargo, es que tanto Iowa como New Hampshire, por ser los primeros estados en votar, descartan candidatos e influyen en la financiación de la campaña para los que continúan la carrera. Rick Santorum, uno de los candidatos republicanos, puede estar a punto de dejar la carrera por temas de financiación.

¿Qué toca ahora?

Seguro que habrá encuestas y más encuestas, quinielas y predicciones de voto antes de la siguiente cita. El próximo martes 9 de febrero es el turno de elecciones primarias en New Hampshire, y es ahí donde todos los candidatos se dejarán hasta el último aliento en capturar cualquier voto. Las encuestas del Real Clear Politics en el lado republicano vienen encabezadas por Trump con 33% (de nuevo) y un margen de 26 puntos con Cruz como segundo. Además, incluyen a Kasich y Bush por delante de Rubio haciendo la carrera aún más interesante. Mucho trabajo tiene Hillary esta semana si quiere remontar y sobrepasar a Sanders, que le adelanta en el mismo estado con una diferencia de 18 puntos (55,5 frente a 37,5).

¿Qué podemos esperar de esta primavera?

Saber quiénes son los candidatos presidenciables de cada partido antes del verano, ¡eso seguro! Aunque la cuestión en este caso es cuándo lo sabremos. Tradicionalmente, en marzo se suele saber quién será el candidato a las presidenciales, por el número de delegados obtenidos en ese momento. Sin embargo, el estrecho margen entre los que encabezan la carrera hace entrever que difícilmente lo sabremos para entonces y que debemos esperar hasta junio cuando finalicen.

¿Qué fechas nos interesan?

El supermartes, que en esta ocasión tendrá lugar el 1 de marzo, podría ser un día decisivo por el número de estados (15) que participarán en el proceso. Entre ellos, Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia. El 15 de marzo también será fecha clave pues será el turno de 4 grandes estados: Florida, Illinois, Misuri y Carolina del Norte. Sin olvidar a los estados del noreste, entre ellos Connecticut, Pensilvania and Rhode Island (26 de abril).

Podríamos esperar un gran despliegue mediático en el estado de Nueva York (19 de abril), el de California (7 de junio) y en el último en votar, Washington DC (14 de junio). Después de esto, acabará el episodio de primarias para comenzar el capítulo de las grandes convenciones en julio y la carrera presidencial con el gran colofón el 8 de noviembre. Período largo e intenso, sin duda, plagado de controvertidos debates (decisivos o no) a lo largo de todo el proceso.

¿Quinielas finales?

En caso de que Trump llegara al final de la carrera presidencial, la opción del partido demócrata es Hillary Clinton. La confianza de Clinton por haber “ganado” en Iowa podría jugar en su contra, pero las encuestas siguen posicionándola como favorita. Su futuro como candidata presidencial dependerá de los resultados en los estados donde no parte como favorita, es decir, los estados más conservadores, de mayoría blanca y pocos votantes de las minorías.

En cuanto al partido republicano, el candidato que no se debe subestimar es Ted Cruz, quien cuenta con todos los ingredientes para pasar a la carrera presidencial: formado, carismático entre el electorado más conservador y con un calendario electoral favorable. Además, tendría muchas posibilidades de ganar a Clinton en la carrera presidencial. Y si Sanders se hiciera por la candidatura demócrata, vencería a Cruz- de acuerdo con las encuestas-.

El único candidato republicano que podría llegar a la Casa Blanca y vencer tanto a Clinton como Sanders es Marco Rubio. Motivo de peso para que el seno del partido empiece a tomar posiciones por este candidato del “establishment”. Su consolidación solo vendría de la mano de otro de los postulantes, Jeb Bush, cuya financiación e influencia facilitarían la llegada del joven hispano a las presidenciales.

En definitiva, no nos aventuremos a predecir que las votaciones han empezado y las urnas hablarán por si solas, al fin.

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