Escribir a estas alturas algo original acerca de la inminente Super Bowl, resulta extraordinariamente complicado ¿les abrumo con un alud estadístico contándoles que es la decimoprimera vez que se celebra en Florida o la sexta en el Hard Rock Stadium de Miami, confirmándose una vez más la atávica maldición que impide a la franquicia propietaria del estadio elegido participar en este partido? Menudo tostón.
Por cierto, en el Half Time Show de este año intervendrán Shakira y Jennifer López ¿Qué les parece si les gloso los cinco mejores y los cinco peores espectáculos del descanso de la historia de los Super Bowls? Pues con toda razón me dirán que a ustedes qué diablos les importa si mis intermedios favoritos fueron las perfomances de los Blues Brothers y ZZ Top en 1997 o Kiss en 1999, o que me marché a la cocina a reponer cervezas durante el sicalíptico descuido de Janet Jackson en 2004 o a raíz de los espeluznantes gallos de Enrique Iglesias en 2000…
En fin, no quería llegar a esto, pero habida cuenta de los nubarrones que se avistan en la coyuntura económica mundial ¿que opinión les merece que la entrada para el Super Bowl –al margen de la lottery de la NFL y los equipos finalistas- alcance los 5.000 dólares? Fíjense, para asistir al I Super Bowl, o mejor dicho, al First AFL-NFL World Championship Game, celebrado el 15 de enero de 1967 en el Memorial Coliseum de Los Angeles, los aficionados de Green Bay o de Kansas City, hubieron de desembolsar 12$, lo que vendría a ser 83,74 dólares de hoy, según la tabla del Consumer Price Index del Departamento de Trabajo del Gobierno de los Estados Unidos. La inflación durante la república de Weimar fue una broma al lado de esta locura.
Claro, siempre me quedará el avieso recurso de atizarles con los espacios comerciales que se emitirán y su precio por minuto; los kilos de costillas, pizza, nachos, perritos y hamburguesas y los litros de cerveza que se van a consumir; los millones de espectadores que los vamos a seguir en todo el mundo a través de la Fox o el misterio anual de quién será el intérprete del Star-Spangled Banner…
Pero insisto, no permitan que todas esas futilidades les impidan ver el bosque. El próximo 02.02.2020 asómense al LIV Super Bowl como lo que realmente es, el mayor espectáculo del mundo.